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Maarten Janssen, 2014-

PSCR5763

[1824-1834]. Carta de José Mazarrasa y Cobo, militar de alto rango y fiscal, para su hermano Felipe Mazarrasa y Cobo, abogado en los Reales Consejos y asesor de rentas.

SummaryEl autor informa a su hermano Felipe Mazarrasa y Cobo del envío de un pedimento a la audiencia y le comenta varios asuntos de contenido político.
Author(s) José Mazarrasa y Cobo
Addressee(s) Felipe Mazarrasa y Cobo            
From España, Cantabria, Villaverde de Pontones
To España, Cantabria, Santander
Context

En 1834 el gobernador político y militar de Santander (Cantabria) abrió causa por infidencia contra Felipe Mazarrasa y Cobo, abogado y asesor de aquel ayuntamiento. Se sospechaba de la deslealtad del acusado hacia la monarquía de Isabel II en el contexto del estallido de la primera guerra carlista (1833-1840). Una vez que se produjo la detención de Felipe Mazarrasa y Cobo, se procedió al registro de su vivienda y se incautaron de una gran cantidad de documentación escrita, así como de armas. La documentación estaba compuesta por un conjunto de 59 cartas particulares dirigidas, en su mayor parte, al detenido, así como borradores de cartas oficiales que había redactado en su condición de asesor de rentas y consultor del tribunal de comercio del ayuntamiento de Santander. Sometido a interrogatorio, se le acusó de infidencia por sus relaciones familiares y de amistad con destacados carlistas, destacando la relación con su hermano José Mazarrasa y Cobo, quien había participado activamente en el levantamiento de Vizcaya y demostrado su parcialidad hacia la causa del infante don Carlos. El acusado fue preguntado no sólo por las cartas intercambiadas entre ambos, sino por los encuentros y el hospedaje que había facilitado a su pariente en los momentos previos al alzamiento. La acusación también señaló la amistad que mantenía con otros destacados carlistas como Pedro Francisco de la Barana, aunque él minimizó tales contactos.

Si bien declaró su fidelidad a la causa isabelina, el acusado no contaba con la aquiescencia de muchos santanderinos y, así, fue calificado como "un hipócrita, fanático absolutista, adicto al partido del señor Infante don Carlos, enemigo de la Reina Nuestra Señora y Gobernadora del Reino, humilde y virtuoso en la apariencia y sanguinario y cruel en la realidad" (folio 19r). Esta dura acusación se sustentaba en la persecución que, durante el reinado de Fernando VII, había llevado a cabo contra los constitucionales y que quedaba reflejada en los numerosos borradores que conservaba en su domicilio y que formaban parte de la documentación incautada. A raíz de ese enconamiento, Felipe Mazarrasa y Cobo -quien había contado con el auxilio de Vicente González Moreno- había ocasionado una descapitalización humana y económica de la ciudad de Santander, ya que muchos de sus vecinos habían tenido que exiliarse.

En su defensa, el acusado alegó que no se le podía imputar crimen alguno en virtud de las pruebas presentadas. Consideró que él no podía ser culpado por su parentesco con José Mazarrasa y Cobo, y menos aún hacerle culpable de los actos y pensamientos de su hermano. Tanto las cartas como la cohabitación que se había producido antes del alzamiento no le hacían ni partícipe ni responsable de la actitud de su hermano. En relación a las misivas, señaló que casi todas versaban "sobre cosas insignificante y familiares" (folio 25v) y no sobre conspiraciones políticas. Asimismo, señaló la variedad de las relaciones y amistades que mantenía, de tal manera que, si bien no negaba el conocimiento de personas que militaban en la causa carlista, también contaba con contactos dentro de las filas isabelinas, entre ellos un hermano capitán en el regimiento de Mallorca. También minimizó la importancia dada a los borradores de cartas oficiales que se habían hallado en su vivienda y señaló lo absurdo de hacerle responsable de hechos pasados que respondían a circunstancias excepcionales.

El proceso fue sobreseído. Se decretó el confinamiento del acusado en la ciudad de La Coruña, desde donde trató de apelar esta decisión. En 1846 se produjo el archivo definitivo de la causa y se liberó a Felipe Mazarrasa y Cobo del confinamiento en la ciudad gallega.

En la carta aquí transcrita se hace referencia a Antonio del Hierro y Oliver, gobernador y subdelegado de policía en Cádiz, que fue asesinado el 3 de marzo de 1831 como resultado de una conspiración liberal auspiciada por el general Torrijos desde Gibraltar.

Support un folio de papel doblado en cuarto, escrito por recto y verso del primer cuarto y por el recto del segundo cuarto.
Archival Institution Archivo de la Real Chancillería de Valladolid
Repository Sala de lo criminal
Collection Pleitos criminales
Archival Reference Caja 950, Expediente 3
Folios 14r-15r
Transcription Gael Vaamonde
Contextualization Elisa García Prieto
Standardization Gael Vaamonde
Transcription date2014

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Ville 15 de Marzo

qdo Felipe: A la Audienca de esta tarde irá el pedi-mento que me incluiste en tu estimada del 10 que en vista de lo dho por parte de la Tonuca me parece muy oportuno para poner en claro una porción de falsedades como las que alli se suponen, bien cierto yo de que â nra escritura y Proto-colo en que se halla no le falta el menor re-quisito para su legalidad. ¡Cosa rara es que no pudiendo tener Tonuca en lo que se disputa mas derechos que los que heredó de su Abuelo â quien representa, y constando estos bajo de su firma en una essra publica y protocolizada en toda forma de derecho todavia se quiera decir que esta escritura no viene al caso ni vale nada en el asunto! en fin ello algo han de decir so pena de cantar la palinodia

Siendo la salud y el estado circunstancias que deben constar en nras ojas de servicio de que se estâ tratando al presente, he reflexionado que la pregunta del Capn Gral de que te hablé en mi anterior, sea para esto mas bien que para cosa de comicion ea

Sin duda que la suerte de Hierro Oliver Govr de Cadiz fué desgraciada, pero el suceso debe de ser para nros revolucionarios un nuevo y no pequeño desengaño de que ya en españa están bien conocidos y no han de tener resultado ninguno sus maquinaciones. estoy contento, no solo por esto, cino tambien porque la marcha de las Potencias eu-ropeas contra los Revolucionarios de todas partes, pa-rece uniforme y decidida, y en el dia es esto qto se necesita para concluirlas. ¿Quien sabe si Dios se ha cansado ya de sufrir Ateistas y trata seriamte de esterminarlos? Bien lo merecen por cierto; no es poco el estrago que han causado, y lo mucho que han hecho sufrir â la Yglesia en todo el Mundo.

Ofreciste venir â vernos antes de tu viage â Sn Sebastián y nada nos dices todavia ni de venir ni del viage sin duda aun no será urgente.

Aunque se dice que hay pretendientes â esta vara todavia no sabemos quien se la llevará. Me han dho que entre dos hay duda mas proba-ble pero ambos del vando liberal Cagigalicio. Spre ocicaremos al fin. De todos modos no quisiera que te fueras sin dejarme una borrador de pedimto soli-(-citandocitando certificacion de este essno que nos diga quien regentó la jurisdición ordinaria en esta Junta desde el tiempo A, al tiempo B segun lo que de los borrado-res del negocio de Ygnacio se deduzca, pues del expe-diente que yo tengo no se puede sacar esta cuenta. Pedimto a mi nombre solo y como cosa que â mi personalmte me convenga saber. en fin si nos has de visitar entonces hablaremos.

A Moreno dale mil memos y enhorabuenas de mi parte asegurandole de mi Amistad; y diciendo-le que ser guarde escarmentando en la cabeza de Hierro, pues no es mejor no Malaga que Cadiz en linea de gente asesina. Que yo he celebrado mucho su ascenso pero que me queda este cuidado

Nada mas ocurre. Mems pasalo bien y manda â tu amte hermo

Pepe

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